miércoles, 7 de agosto de 2013

07/08/2013

Fisiopatología del Síndrome de Piernas Inquietas: Estudios Neurofisiológicos.

Los estudios sobre actividad cortical no han podido mostrar hasta ahora una implicación cortical en el SPI. Así, no se han detectado prepotenciales en SPI ni en PLMs. Sin embargo, la respuesta a la estimulación magnética transcraneal bilateral sugiere una inhibición intracortical tanto en extremidades superiores como en inferiores. En otro estudio se demostró una inhibición supraespinal de SPI que fue normalizada tras la administración de L-DOPA, lo cual sugiere una disfunción subcortical que altera las vías motoras.

Hasta ahora, no se han encontrado anomalías consistentes en los estudios realizados de reflejos con integración troncoencefálica y transcortical. Sin embargo, un estudio reciente mostró una modulación anormal en el reflejo flexor espinal tras estimulación del nervio plantar mediano y registro bilateral. De esta forma en SPI se observó un incremento de la excitabilidad durante el sueño en comparación con la vigilia o con los controles, surgiendo una reversión en el SPI de la inhibición espinal habitual durante el sueño. El hecho de que las sustancias dopaminérgicas influyan sobre el reflejo flexor subraya el papel del sistema dopaminérgico en la fisiopatología del síndrome.

En conclusión, nuestro conocimiento sobre la causa del SPI, adolece aún de escasez e inconsistencia, aunque todo parece indicar la existencia de una disfunción dopaminérgica. La investigación que se realice en los próximos años deberá determinar si los sistemas dopaminérgicos realmente juegan un papel central, o si su papel es subsidario de otras alteraciones aún no identificadas. Por otro lado, quedan por dilucidar aspectos esenciales como la localización de vías afectadas, así como el papel que éstas pueden jugar dentro del complejo entramado de interacciones resultantes de la integración de funciones del sistema nervioso central y periférico. Dada la expresión circadiana de los síntomas de SPI, resulta probable que estos sistemas se encuentren sometidos a una modulación por parte de las estructuras hipotalámicas que regulan el ciclo sueño-vigilia. Por último, resultan especialmente prometedores los avances realizados en los últimos años tanto en el área de la genética como en el metabolismo del hierro. Todo ello, está confiriendo un especial interés al SPI, al tratarse, a su vez, de uno de los trastornos del movimiento más frecuentes.








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