Los tratamientos más utilizados son:
Agonistas Dopaminérgicos: son los fármacos de primera línea. Se utilizan para tratar la enfermedad de Parkinson, y a dosis más bajas, también el SPI.
Antiepilépticos: estos fármacos se utilizan para tratar la epilepsia y el dolor neuropático, y también se ha constatado su utilidad para el tratamiento del SPI.
Opioides: en algunos casos pueden estar indicados la codeína o la oxicodona.
Benzodiacipinas: aunque no se deben utilizar de forma rutinaria, pueden ser útiles si fallan otros tratamientos.
¿Qué debe hacer si sospecha que padece el Síndrome de Piernas Inquietas?
En cualquier caso, es recomendable que acuda a un centro especializado, para ser evaluado correctamente. El médico determinará la intensidad de los síntomas que presenta, y valorará la posibilidad de un tratamiento que controle su enfermedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario