El Dr. García-Borreguero ha realizado en Noviembre una gira por Corea del Sur en las que ha dado varias conferencias sobre el Síndrome de Piernas Inquietas, para más información visita nuestra web:
La primera sensación Recuerdo la primera vez que tuve esa sensación en los pies y que ahora me acompaña casi todas las noches. Estaba en un avión, en un vuelo internacional desde Venezuela a México. Eran las dos de la mañana, hora de mi país de origen, y de repente sentí la enorme necesidad de mover mis pies, de tocarlos y de quitarme los zapatos.
Es muy difícil describir la sensación, aún hoy no puedo hacerlo. No es comezón, ni dolor, ardor, cosquilleo, frío, calor, calambre, nada, no es posible categorizarla en ningún lugar conocido para mi, ni siquiera en la necesidad de movimiento.
Cuando quiero moverme, me muevo y ya, y si no puedo me quedo tranquilo, pero en este caso es imposible esperar, es como si los pies o las piernas tuviesen vida propia, y deseasen moverse sin considerar nada: hora, lugar o actividad. Así que esa vez en el avión sólo me quité los zapatos, moví un poco los pies, les di un masaje y pasó. No tenía idea de lo que vendría después.
La primera sensación
ResponderEliminarRecuerdo la primera vez que tuve esa sensación en los pies y que ahora me acompaña casi todas las noches. Estaba en un avión, en un vuelo internacional desde Venezuela a México. Eran las dos de la mañana, hora de mi país de origen, y de repente sentí la enorme necesidad de mover mis pies, de tocarlos y de quitarme los zapatos.
Es muy difícil describir la sensación, aún hoy no puedo hacerlo. No es comezón, ni dolor, ardor, cosquilleo, frío, calor, calambre, nada, no es posible categorizarla en ningún lugar conocido para mi, ni siquiera en la necesidad de movimiento.
Cuando quiero moverme, me muevo y ya, y si no puedo me quedo tranquilo, pero en este caso es imposible esperar, es como si los pies o las piernas tuviesen vida propia, y deseasen moverse sin considerar nada: hora, lugar o actividad. Así que esa vez en el avión sólo me quité los zapatos, moví un poco los pies, les di un masaje y pasó. No tenía idea de lo que vendría después.
http://mispiesinquietos.blogspot.mx/